La Esgrima

Características

La esgrima, uno de los deportes más completos en cuanto a ejercicio físico se refiere a la par de uno de los más atractivos para el desarrollo intelectual. De ahí radica la clave de su éxito: el equilibrio derivado de su práctica entre las cualidades mentales y las físicas.

Es un deporte lleno de emoción, en el que se potencia sobre todo la concentración, velocidad, equilibrio y coordinación. Se trata, de una práctica de evasión que agiliza los reflejos y agudiza la inteligencia.

En el plano físico, su práctica  incrementamos la rapidez, la destreza y la fuerza, hablamos de un deporte donde todo el cuerpo adquiere protagonismo. Las piernas se utilizan para desplazarse y los brazos para ejecutar los movimientos con el arma. Se trabajan todas las cualidades físicas: resistencia (se debe de aguantar la duración de un combate con eficiencia), fuerza (se fortalecen brazos y piernas, así como el tronco, para poder aguantar el peso del arma y las posiciones técnicas que se requieren en la esgrima), velocidad ( a mayor rapidez en la ejecución de las acciones mayor éxito para conseguir tocados) y flexibilidad ( cuanto mayor amplitud pueda realizar con los segmentos corporales mayor movilidad para poder conseguir tocados).

En el plano Intelectual se educan las cualidades psíquicas más importantes: la voluntad, el autocontrol, la iniciativa, la seguridad, la inteligencia y la formación de hábitos y cualidades necesarias en la actividad multifacética del individuo.

Orígenes

Los orígenes de la esgrima están estrechamente ligados a la evolución del hombre. La caza o la defensa ante los ataques de los animales, fueron los motivos que impulsaron al hombre prehistórico a construir distintos tipos de armas. Posteriormente su uso se extendió para el ataque o la defensa entre los mismos hombres. La espada nació para herir o matar al enemigo en la guerra y derivo en. Disciplina no militar con la aparición de las armas de fuego, por lo que empezó a practicarse como un entrenamiento paralelo al campo de batalla para las clases altas que consideraban un arte y un signo de distinción, ya en la baja Edad Media.

El estudio de las armas de las primeras civilizaciones, estima que las primeras es-padas aparecieron entre los años 1500 y 1100 antes de Cristo, mientras que la primera representación visual de un combate de esgrima es un relieve en templo egipcio de MedinetHabu, erigido por Ramses III, cerca de luxor.

La espada como la guerra encontró un sitio en todas las civilizaciones. Se cuenta que el rey de Asiria, fue pionero en utilizar maestros de esgrima profesionales para mejorar el rendimiento de sus tropas, aunque espadachines hábiles existieron también en China, Persia, Babilonia y Roma.

En esta última sus célebres gladiadores, cuyos combates, iniciados hacia el año 250 a. C se vivían como espectáculos de masas, aunque a los que luchaban sobre la arena les iba la vida en ello. Curiosamente, los griegos nunca valoraron la esgrima como los romanos  grandes figuras de la historia hicieron de la espada su acompañan-te Carlomagno, por ejemplo, siempre iba una con una, educo a sus tres hijos en el arte de su uso y legó una a cada una a cada uno de ellos. Los caballeros y la figura del Cid emergieron en España blandiendo una espada, mientras los samuráis japoneses elevaban su uso a ritual sagrado y los mosqueteros franceses lo convertían en arte a través de la aplicación de sofisticadas técnicas. Las espadas tenían hasta nombre: Escalibur es una de las expresiones más legendarias.

La espada derivó hacia la actividad deportiva en tanto las armas de fuego empezaron a sustituir a las armas blancas en el campo de batalla. Los primeros tratados en este sentido datan del siglo XV. El último vestigio de la espada como arma mortífera

fueron los duelos a muerte por causa de honor, máxima expresión del movimiento romántico, realizados hasta finales del siglo XIX. Italia y sobre todo Francia con sus reconocidos maestros y academias, tomaron el mando de la esgrima como ejercicio deportivo y, a finales del siglo XVIII. Se empezó a imponer el uso de la careta, la chaqueta y los guantes y nació también el florete. Fue entonces cuando se establecieron las características específicas de cada arma y se codifico la manera de combatir con un nuevo vocabulario.

Disciplinas y modalidades

Existen tres armas y por tanto tres modalidades:

El florete, es ligero y flexible, su hoja es rectangular y su punta, roma. Su peso máximo es de 500 gramos y su longitud no puede superar los 110 centímetros.

La espada, catalogada como arma de punta al igual que el florete, tiene un peso máximo de 770 gramos y una longitud de 110 centímetros. La hoja es de acero y la longitud de 90 centímetros.

El Sable es un arma de punta y corte, por lo que los “tocados” pueden realizarse tanto con la punta como con la hoja. Mide 105 centímetros y pesa 500 gramos.

En florete y espada los “tocados” validos sobre el rival deben efectuarse con la punta del arma y de forma clara y limpia. En el sable  el tocado se puede realizar también con la hoja. En florete, el blanco correcto se produce cuando se toca el tronco delantero y trasero, no así cabeza, brazos y piernas. En la Espada en cambio la superficie puntuable incluye todo el cuerpo, es decir tronco, cabeza, brazos y piernas. En Sa-ble, se contabiliza como tocado un contacto del  arma sobre la cabeza, brazos y tron-co del tirador rival, quedando las piernas liberadas.

En esgrima se compite en individual o por equipos y antes y después de todo asalto el tirador debe de saludar a su contrincante en un acto de cortesía.

Equipación

Espada, sable y florete son armas distintas pero tienen en común que se componen de una hoja de acero flexible, de una empuñadura que permite agarrar el arma y de una cazoleta metálica, que sirve para proteger la mano. La indumentaria de un ti-rador, todo en color blanco, es la siguiente:

Una chaqueta de un tejido de gran resistencia para protegerse de los ataques del rival. Un guante para cubrir la mano que emplea el tirador para sujetar el arma. Suele ser de piel y ligeramente acolchado en su parte exterior.

Una careta que tiene la función de proteger la cabeza que consta de tres partes: la malla del alambre en su parte delantera. El arco que pasa por la zona superior y por detrás de la cabeza, y la barbada, destinada a salvaguardar la garganta. EL resto del vestuario consta de unos pantalones con medias hasta las rodillas y de unas zapatillas deportivas con una buena adherencia.

El terreno de juego de un asalto de esgrima se denomina pista y es plana. Normal-mente las pistas de esgrima son metálicas, ya que deben de estar fabricadas con material conductor de la electricidad, que permita incorporar el sistema de masa, por el cual los tocados realizados en el suelo no sean registrados por el aparato de señalización. Las dimensiones de la pista pueden oscilar entre 1,5 a 2 metros de ancho y 14 metros de largo, prolongada esta longitud dos metros más en cada ex-tremo para permitir la salida del tirador en su retroceso por la pista. Partida por una línea en el medio, cada tirador tiene una zona para su posición de guardia y otra que marca el límite de la pista.

¿Interesad@ en recibir clases?